La responsabilidad por productos defectuosos se refiere a situaciones en las que un cliente compra un producto y un problema con el producto causa lesiones corporales o daños materiales a un tercero. Los propietarios de empresas pueden ser declarados responsables de los daños si el origen del problema se remonta a la pequeña empresa. Algunos de los problemas más comunes con los que se encuentran los clientes y que dan lugar a reclamaciones de responsabilidad por productos defectuosos son:
- Productos que causan lesiones corporales al cliente
- Productos que causan daños materiales
- Enfermedad causada por alimentos o bebidas
Hay muchas cosas diferentes que pueden causar un problema de producto, pero 3 de las razones comunes son:
- Defecto de diseño: Este problema estará presente en un producto incluso antes de que se fabrique. Sugiere que el diseño del producto es inseguro o defectuoso.
- Defecto de fabricación: Este problema sugiere que algo salió mal mientras se fabricaba el producto. Puede que se montara mal o que faltara una pieza importante.
- Defecto de marketing: Este tipo de problema no tiene nada que ver con el producto en sí, sino con la forma en que se comercializó al cliente. Un etiquetado incorrecto, unas advertencias de seguridad incorrectas (o la ausencia de ellas) o unas instrucciones insuficientes son defectos de comercialización habituales.
Una póliza adecuada de responsabilidad civil por productos defectuosos ayudará a proteger a su empresa de los costes legales si se le considera responsable de que un producto cause lesiones corporales o daños materiales a un tercero.
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