Interruptor capacitivo supercorto

La tecnología de conmutación capacitiva se basa en el principio de detección de señales mediante el acoplamiento capacitivo o resistivo (tacto humano) de impulsos de entrada generados identificados.

La superficie táctil puede diseñarse con prácticamente cualquier material dieléctrico, como vidrio, plástico, policarbonato o cualquier superficie rugosa o lisa de menos de 25 mm de grosor. La sensibilidad es ajustable, lo que permite a los operarios accionar el dispositivo con o sin guantes. Al no tener piezas móviles, un interruptor de capacitancia tiene una capacidad nominal de más de cinco millones de ciclos.

La tecnología de conmutación por capacitancia ofrece alternativas de diseño rentables a otras tecnologías de conmutación. Su arquitectura abierta permite una fácil integración o adaptación a una amplia gama de aplicaciones de conmutación.

La tecnología de interruptor capacitivo de la serie CP detecta el contacto de un dedo y crea una carga eléctrica para activar el interruptor. Una función de autocalibración garantiza que el sensor se adapte a entornos externos cambiantes.
Los interruptores capacitivos de LANGIR están especialmente diseñados para ofrecer durabilidad y una baja fuerza de activación. Tan sensibles como una pantalla táctil, los interruptores capacitivos son perfectos para aplicaciones industriales en las que la activación repetitiva puede causar fatiga al operario.

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