Si alguna vez ha tenido que investigar sobre interruptores o incluso seleccionar un interruptor para un equipo electrónico, la cantidad de tecnologías de interruptores disponibles en el mercado hoy en día puede resultar un poco abrumadora. Esta entrada del blog se centrará en dos interruptores de aspecto muy similar pero que funcionan según principios electrónicos completamente diferentes. La pregunta es: ¿cuál es la diferencia entre un interruptor piezoeléctrico y un interruptor táctil capacitivo?
En primer lugar, examinemos algunos de los aspectos que ambos tienen en común.
Ambos tipos de interruptores suelen estar formados por discos metálicos planos, a veces rodeados por un anillo luminoso que se enciende cuando se activa el interruptor.
Normalmente se instalan a ras del panel de control y, al no tener piezas móviles, suelen ser muy resistentes al desgaste, al polvo y al agua, y aptos para un funcionamiento repetitivo. La durabilidad de estos interruptores les permite soportar millones de accionamientos y apenas requieren mantenimiento.
Interruptores piezoeléctricos
Un piezoeléctrico es un pequeño disco formado por dos capas: una interior de cerámica y otra exterior, generalmente metálica. Reacciona a la fuerza del contacto y genera una carga eléctrica que envía una señal de que se ha pulsado el botón.
Un interruptor piezoeléctrico se basa en el desplazamiento mecánico o flexión de la cerámica piezoeléctrica, también conocido como efecto piezoeléctrico. La palabra piezo deriva del griego piezein, que significa apretar o presionar. Aunque no hay piezas mecánicas móviles en el interior del interruptor, es necesario aplicar suficiente presión para desviar la capa cerámica que contiene.
Interruptores capacitivos
En cambio, un interruptor capacitivo, también conocido como interruptor de capacitancia, sólo requiere un electrodo, que puede colocarse detrás de un panel no conductor. El interruptor utiliza la capacitancia corporal, aprovechando la carga eléctrica que transporta naturalmente el cuerpo humano. Se detecta la diferencia entre el propio dispositivo y la yema del dedo, lo que activa el interruptor.
Cómo elegir entre los dos:
Un interruptor piezoeléctrico detecta la fuerza del tacto o depende de una pequeña fuerza, mientras que los interruptores capacitivos requieren una carga o electrodo, normalmente generada por el tacto humano. Por eso, para los dispositivos destinados a reaccionar únicamente al tacto humano, el interruptor táctil capacitivo es ideal.
Los interruptores capacitivos se utilizan en una amplia selección de aplicaciones, desde equipos médicos y de laboratorio y maquinaria de procesamiento de alimentos hasta aplicaciones de consumo como electrodomésticos, máquinas expendedoras y controles de ascensores.
En cuanto al precio, los interruptores capacitivos suelen ser más baratos que los piezoeléctricos desde el punto de vista de las materias primas.
Un usuario con guantes gruesos no puede accionar un interruptor capacitivo. Sin embargo, sí funcionan con guantes quirúrgicos finos o guantes de fibra conductores especialmente diseñados que permiten pasar una carga de la mano al interruptor. Aquí es donde el interruptor piezoeléctrico es realmente útil: estos interruptores funcionarán independientemente del tipo de guante que lleve el usuario, ya que el interruptor depende de la presión para funcionar, no del tacto humano.
La gama de interruptores piezoeléctricos de Langir es antivandálica, impermeable y resistente al polvo, con un grado de protección IP68 e IP69K, y pronto se lanzará también la gama de interruptores táctiles capacitivos de alta durabilidad de la empresa.